Ana Villaseñor

“No estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar”.

Angela Davis.

Siempre tuve muy claro en qué lado quería estar, siempre quise ayudar a las personas, pero no sabía cómo canalizarlo. En 2013 llegó hasta a mí el lugar idóneo: Cruz Roja. Algunas personas de mi familia ya participaban y un buen amigo un día se hizo voluntario. Todas las casuísticas y una mente inquieta se juntaron para que finalmente decidiera hacerme voluntaria con 15 años.

Para entonces, Cruz Roja juventud no existía en mi pueblo, Quintanar de la Orden, pero varias jóvenes habíamos comenzado en esta andadura del voluntariado. Así fue como decidimos crear CRJ desde 0, en un pueblecito de Toledo donde apenas había asociacionismo juvenil.

No sabíamos dónde nos metíamos, muchos proyectos y mucha gente desconocida, pero mi local fue mi segunda familia. Compartíamos valores, puntos de vista y ganas de cambiar el mundo. Comencé siendo referente de Promoción del Éxito Escolar y acabé involucrándome en las tareas de dirección después de un pequeño bache que pasó nuestra local. Al cabo de un tiempo, decidí presentarme finalmente en las elecciones y así comencé mi etapa como directora local.

Llevaba 4 años como voluntaria y mis ganas de participar, de seguir aprendiendo y de crecer con CRJ seguían intactas. Fue entonces cuando se presentó la oportunidad de poder hacerlo desde la autonómica. Así pues, en 2017 y con la ayuda de grandes amigos decidí presentarme a la dirección. Era todo un reto, pero las ganas de querer aportar y cambiarlo todo no se podían quedar en miedo.

La dirección autonómica ha conseguido empoderarme, hacerme más segura de mi misma y aprender de grandes personas. También te hace darte cuenta del gran engranaje que es CRJ y de que necesita de todas sus piezas para poder funcionar. Y observas que es necesario un motor conformado por el trabajo en equipo y los principios y objetivos comunes para que todo se ponga en marcha.

Este último año me he involucrado mucho más en la parte nacional, asistiendo a dinamizar encuentros como el campa y el Actúa. También he estado participando en el grupo de Relaciones Externas e Internacionales, asistiendo así a diferentes eventos como el Atlantis, donde pude ver que el sentimiento y los principios de Cruz Roja son algo que dan la vuelta al mundo.

Después de esta experiencia y de todo lo aprendido en este recorrido, vuelve a presentarse otra oportunidad: ser parte de una candidatura al equipo de dirección estatal de CRJ. Es un gran paso e incluso da vértigo, pero quiero seguir haciendo posible con mi experiencia que el voluntariado pueda disfrutar y vivir una de las experiencias más bonitas que he tenido: ser parte de algo mientras cambias el mundo. Por todo ello, me candidato a la vicedirección estatal, donde espero contribuir con mi granito de arena para fortalecer nuestra sección juvenil y nuestro asociacionismo.